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La Escuela en Clave de Arte me entrevista

Buenas tardes, lectoras y lectores. En esta entrada quiero compartir con vosotros esta entrevista que me hizo la Escuela en Clave de Arte. ¡Ojalá os guste!


Gema López-Sánchez, investigadora y escritora

Podéis leer la entrevista completa en la página oficial de Escuela en Clave de Arte.


¿Cómo comenzaste a escribir, cuándo viste que esto era algo serio?

Creo que siempre he escrito por afición, desde que era niña. Creo que me lo empecé a tomar en serio cuando, en primero de la ESO, gané mi primer concurso literario. A partir de entonces empecé a participar en concursos hasta que escribí “Cuentos para despertar” a los diecisiete años.


¿Estuviste metida en el proceso de auto publicación de alguno de tus libros, cuéntanos cómo fue la experiencia?

Aunque “Mekronos” tuvo editorial, actualmente es una saga que está autopublicada en Amazon, al igual que el poemario “La sirena y el faro”. La autopublicación tiene la ventaja de ser un proceso más sencillo y transparente, sin tantos intermediarios en la venta de los libros. El problema es que la promoción te la tienes que hacer por tu cuenta. Por esta razón, el papel del “boca a boca” entre los lectores es crucial. Las reseñas de blogueros y youtubers, los comentarios de los lectores y la difusión en redes sociales son el único modo posible de consolidarse. Desde aquí, solo puedo dar las gracias a todos esos lectores y lectoras que me han dado una oportunidad y me han recomendado a sus amigos.


¿Un libro es bueno por su historia o por la forma de contarla?

Un libro es bueno si al lector le gusta. Muchos críticos literarios se me echarán encima por haber hecho un ejercicio de simplificación tan grande y taxativo, pero lo cierto es que es una cuestión absolutamente subjetiva. Para mí, un libro es “bueno” si me transmite sentimientos, conocimiento, interés, curiosidad o emociones en general. Si me quedo como estaba después de leerlo, no puedo valorarlo. Eso sí, puede que a mí no me guste y a otro lector le apasione; por tanto, depende siempre del punto de vista.


¿Qué tipo de escritora te consideras, creativa o de mapa?

No sabría contestar. Algunos libros los he hecho por arranques de inspiración y otros con un plan detallado (que he cambiado mil veces sobre la marcha). Cada historia requiere una forma diferente de pensarla, igual que no se estudia igual un examen de matemáticas que uno de historia. Al final, estos métodos no son normas inamovibles, sino que cada lector elige lo que le resulta más cómodo.


¿Cómo desarrollas tus personajes, son espejo de algo real?

Cualquier producto de ficción tiene su base en algo real, aunque eso no significa que todo sea un reflejo de mi propia vida. Tal vez un personaje malvado se basa en un sentimiento de ira que tuve una vez. Puede que tenga atributos de varias personas que he conocido o de ciertos personajes históricos, por ejemplo. Pero no tiene por qué ser una persona de carne y hueso con la que yo me haya relacionado.


¿Qué sientes al ser tan reconocida y con tantos premios siendo tan joven?. ¿Dónde te gustaría llegar a corto y a largo plazo?

Creo que lo más difícil es mantener la pasión. Al principio, todo lo que escribía lo hacía de forma totalmente libre y con ilusión. Pero cuando empiezas a tener una reputación, sientes esa necesidad (y esa presión) de tener que agradar a los lectores, o tener que tener publicaciones cada tanto periodo de tiempo… Ese sentimiento agridulce de cuando el hobby se vuelve un trabajo. Además, ahora mismo estoy estudiando un máster (ya me he graduado en la carrera de Periodismo y en la carrera de Comunicación Audiovisual), y el tiempo que me dejan los estudios y mi trabajo como becaria de investigación para escribir es muy limitado. Mi aspiración es lograr encontrar un equilibrio entre la escritura y el mundo de la comunicación, que es en el que me estoy formando. No soy capaz de renunciar a ninguna de esas dos facetas, pues creo que ambas son parte de mí.


¿Cuál es tu mejor fuente de inspiración?

El aburrimiento.

Parece una respuesta extraña y poco ortodoxa, pero en los momentos aburridos es en los que surgen las mejores historias, porque la mente “vuela” para poder distraerse.


¿Te ha pasado que de pronto no tengas historias, que no te venga nada que contar, qué haces si te pasa?

Me lo tomo con calma. Al principio era algo que me estresaba muchísimo, pero he asumido que no soy una “máquina de contar historias”, sino un ser humano. Lo que he publicado en libros o en abierto no es más que la punta del iceberg de todo lo que escribo. Hay montañas de papeles míos que nunca ven la luz. A veces, cuando me apetece escribir y no sé qué contar, simplemente me pongo a escribir lo que estoy pensando o relato mi día, y de alguna manera siempre sale algo interesante. Interesante y que me haga sentir bien, sí. Que sea publicable ya es otra cosa.


¿Qué prefieres, libro en papel o en formato digital? ¿Eres muy tecnológica?

Mientras se pueda leer, me parece que el formato no es lo importante, sino el contenido. Aunque admito que me gusta experimentar con el soporte y hace unos meses gané el Premio IDEAE de Emprendimiento con la creación de un formato llamado “tarjebook”.


¿Te gusta la enseñanza?. ¿Te sientes cómoda cuando participas en talleres o conferencias?

Nunca he tenido miedo escénico. Para mí dar una charla es como sentarme a hablar con un amigo, así me lo tomo.


Recomiéndanos tus libros de cabecera.

Cualquiera de David Safier, El Principito, Por cuatro esquinitas de nada… La lista es inmensa.


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